miércoles, 12 de agosto de 2009

REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMATICOS



-Suelo
Entre las condiciones edáficas más indicadas para el cultivo de la gerbera destacan:
Suelos ligeros, profundos y aireados que posibiliten un desarrollo sin limitaciones del sistema radicular de la planta.

Ausencia de capas compactas en el terreno. Hay que dotar al suelo de un buen drenaje para evitar, tanto la asfixia radicular a la que es tan sensible la planta, como la infección de determinados hongos que afectan al cuello y sistema radicular de la gerbera.

Terrenos poco calcáreos, con valores de pH medianamente ácidos. En el caso de no presentarse estas condiciones, la planta evoluciona con la presencia de numerosas clorosis al no poder asimilar ciertos microelementos.

Suelos provistos de materia orgánica, que deberá estar bien fermentada para evitar favorecer la presencia de determinadas enfermedades y quemaduras en el sistema radicular.

En el cultivo hidropónico se requiere un sustrato bien aireado, químicamente inerte y de pH neutro o ligeramente ácido.

-Temperatura
La temperatura del suelo y del ambiente influyen en la velocidad de la floración y en la longitud del pedúnculo. Asimismo la temperatura ambiental influye en la emisión de hojas, crecimiento de éstas y precocidad de la floración. La temperatura del suelo ejerce un efecto positivo sobre el diámetro de la flor y la longitud del pedúnculo, y el crecimiento de éste es mayor en periodos oscuros, dependiendo de la relación entre la temperatura del suelo y la del ambiente.Las altas temperaturas, en el momento de la plantación y en el arraigue, pueden producir desequilibrios entre la parte aérea y las raíces de la planta, sobre todo en los suelos pesados, en los que el desarrollo de éstas es más lento. Puede producirse la muerte de las plantas por estrés hídrico en los meses de julio y agosto, debido a que las raíces son incapaces de suministrar la savia que necesitan las partes aéreas para su crecimiento, favorecido por las condiciones ambientales.Las bajas temperaturas en invierno pueden provocar malformaciones y abortos florales, debido a deficiencias fotosintéticas y a la baja absorción de minerales a nivel de la raíz. Las temperaturas estivales influyen sobre la depresión de producción que se aprecia en el segundo año de cultivo.Las temperaturas más adecuadas para el cultivo de la gerbera son:
25ºC durante el día y 20ºC por la noche, durante el periodo posterior al transplante y hasta que se inicia el periodo vegetativo.

28ºC día y 20ºC noche, como temperaturas más adecuadas en épocas de elevada luminosidad.

18ºC día y 12ºC noche, en periodos de baja luminosidad.

14ºC día y 12ºC noche, como temperaturas mínimas que no producen alteraciones en el comportamiento del cultivo.

16ºC a 18ºC en el suelo durante el invierno.

14ºC en el suelo, como mínimo, que no produce alteraciones en el comportamiento del cultivo.

-Humedad relativa
Humedades comprendidas entre el 75 y 90% no presentan problemas, pero a valores mayores pueden favorecer el desarrollo de enfermedades como Botrytis. Por ello se recomienda un control exhaustivo de la ventilación durante los meses de invierno. Las oscilaciones elevadas entre el día y la noche y entre diferentes periodos, pueden afectar a la calidad de la flor, disminuyendo su conservación en vaso. Humedades relativas superiores al 90%, pueden provocar manchas y deformaciones en las flores durante el invierno.En los meses de temperaturas elevadas y fuerte ventilación crea condiciones de humedad relativa. reducida que pueden afectar a la implantación del cultivo, por lo que se aconseja sombrear y aplicar riego por aspersión o nebulización.

-Luz
La gerbera se considera como una especie indiferente al fotoperiodismo, aunque la luz le influye en la emisión de los brotes laterales, que darán lugar a nuevas flores. Un mayor número de brotes laterales en el momento de la antesis de la primera flor, incrementa la producción total de la planta, y por otro lado, el número de brotes laterales aumenta cuando las plantas se sitúan en condiciones de día corto. La luz influye en el diámetro del pedúnculo floral, en el color y tonalidad de las flores. A mayores niveles de radiación fotosintéticamente activa, (PAR) mayor número de flores.Pueden presentarse problemas en otoño-invierno, al instalar doble malla paralela al suelo, ya que disminuye la incidencia de radiación sobre las plantas. Algunos cultivares pueden presentar pedúnculos excesivamente largos y poco diámetro y las inflorescencias pueden ser de diámetro muy reducido. Durante la primavera y el verano, la elevada intensidad luminosa, acompañada de altas temperaturas, provoca un fuerte crecimiento vegetativo y disminuye la calidad de la producción, por lo que es conveniente sombrear el cultivo mediante la utilización de mallas, el encalado de los techos de los invernaderos o mediante la combinación de ambos sistemas.



-Concentración de CO2
El aporte de CO2 favorece el desarrollo y la producción de gerberas. El umbral mínimo de contenido en CO2 de la atmósfera del invernadero, debe ser superior a 300 ppm y no rebasar las 600 ppm.Para el aporte de CO2 se pueden emplear humos de caldera, previamente refrigerados por dilución, o generadores específicos para la producción de CO2.

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